Liga EBA: Olivar, 77 - Cosehisa Monzón, 89Olivar: Ubide, Rubio (16), Calvo (7), Arruti (15) y Ferreira (12) -quinteto inicial-, Andrés (9) y Triquell (18).
Cosehisa Monzón: Gamero (9), Achille (11), Grimau (2), López (23) y Tezanos (2) -quinteto inicial-, Sutina (12), Peruga, Corral (8) y Muñoz (22).
Parciales: 17-24, 35-50, 51-71 y 77-89.
Árbitros: García Balzategui y Manuel Rodríguez. Excluído por personales Calvo en el minuto 35.
Incidencias: Pabellón El Olivar, 200 espectadores.
El conjunto mediocinqueño llegaba a Zaragoza con la intención de reencontrarse con la victoria, después de perder los dos últimos partidos contra el Mollet y en casa ante el Navás, éste último en una una derrota dolorosa por los múltiples errores que cometieron contra uno de los rivales directos para la lucha por el ascenso.
En la previa del partido el técnico del Cosehisa, Jorge Serna, dijo haber revisado los fallos del partido en Los Olímpicos para no volver a cometerlos y poder dar una imagen distinta en Zaragoza. Una vez finalizado el partido se puede decir que el trabajo realizado durante la semana dio sus frutos y el Cohesisa recuperó el buen juego.
Por parte del Monte Ducay Olivar, suman una nueva derrota y continuan con su mala racha de juego y resultados, situándose en la séptima plaza, a la espera de lo que hagan sus perseguidores, a pesar de tener un plantilla capacitada para estar más arriba en la tabla pero que parece haber acusado la baja de Jorge Alcalá y el cambo de entrenador, por el pase de Alberto Angulo al CAI.
Los visitantes, picados por las derrotas ya mencionadas, saltaron a la cancha muy motivados y con ganas de abrir brecha en el marcador lo más rápido posible. Por este motivo, su defensa era muy fuerte y agresiva y siempre intentaban buscar canastas fáciles, sin terminar de lograrlo. A pesar de la fuerza con la que salieron los jugadores del Cosehisa Monzón, no lograron irse en el marcador hasta el segundo cuarto. En estos primeros diez minutos, los locales lograron contener el vendaval local y terminaron con un parcial adverso de 17-24.
En el segundo cuarto, las cosas fueron mejor para el Cosehisa y su juego se volvió más fluido, logrando encontrar a sus jugadores puntales en sus posiciones favoritas. Además, los hombres de Serna, gracias a los robos de balón, pudieron correr en varias ocasiones consiguiendo canastas fáciles y yéndose definitivamente en el luminoso. Por si esto fuera poco, el gran acierto desde la linea de 6´25 acabó de rematar a un Monte Ducay Olivar al que no le salían las cosas.
En la reanudación, las cosas no cambiaron en exceso para ninguno de los dos equipos. Los locales iban a remolque mientras que los jugadores del Cosehisa eran superiores en todos los aspectos del juego.
Una de las claves del partido fue que los zaragozanos se empeñaron en recortar distancias a base de triples, desde donde estaban muy desacertados, además de contar únicamente con dos jugadores grandes, que no podían contener el juego interior visitante.
En el último cuarto, las cosas cambiaron radicalmente y el guión del partido dio un vuelco, sobre todo debido a que el Cosehisa, que tenía una cómoda ventaja de veinte puntos, aflojó en intensidad, bajando un par de marchas en su ritmo de juego, por lo que dio más facilidades al conjunto local, que lo aprovechó para maquillar el marcador dejándolo en el 77-89. En todo caso, en ningún momento hubo sensación de que los locales pudieron defitivamente voltear una victoria que tenía color amarillo desde mucho antes.
Cosehisa Monzón: Gamero (9), Achille (11), Grimau (2), López (23) y Tezanos (2) -quinteto inicial-, Sutina (12), Peruga, Corral (8) y Muñoz (22).
Parciales: 17-24, 35-50, 51-71 y 77-89.
Árbitros: García Balzategui y Manuel Rodríguez. Excluído por personales Calvo en el minuto 35.
Incidencias: Pabellón El Olivar, 200 espectadores.
El conjunto mediocinqueño llegaba a Zaragoza con la intención de reencontrarse con la victoria, después de perder los dos últimos partidos contra el Mollet y en casa ante el Navás, éste último en una una derrota dolorosa por los múltiples errores que cometieron contra uno de los rivales directos para la lucha por el ascenso.
En la previa del partido el técnico del Cosehisa, Jorge Serna, dijo haber revisado los fallos del partido en Los Olímpicos para no volver a cometerlos y poder dar una imagen distinta en Zaragoza. Una vez finalizado el partido se puede decir que el trabajo realizado durante la semana dio sus frutos y el Cohesisa recuperó el buen juego.
Por parte del Monte Ducay Olivar, suman una nueva derrota y continuan con su mala racha de juego y resultados, situándose en la séptima plaza, a la espera de lo que hagan sus perseguidores, a pesar de tener un plantilla capacitada para estar más arriba en la tabla pero que parece haber acusado la baja de Jorge Alcalá y el cambo de entrenador, por el pase de Alberto Angulo al CAI.
Los visitantes, picados por las derrotas ya mencionadas, saltaron a la cancha muy motivados y con ganas de abrir brecha en el marcador lo más rápido posible. Por este motivo, su defensa era muy fuerte y agresiva y siempre intentaban buscar canastas fáciles, sin terminar de lograrlo. A pesar de la fuerza con la que salieron los jugadores del Cosehisa Monzón, no lograron irse en el marcador hasta el segundo cuarto. En estos primeros diez minutos, los locales lograron contener el vendaval local y terminaron con un parcial adverso de 17-24.
En el segundo cuarto, las cosas fueron mejor para el Cosehisa y su juego se volvió más fluido, logrando encontrar a sus jugadores puntales en sus posiciones favoritas. Además, los hombres de Serna, gracias a los robos de balón, pudieron correr en varias ocasiones consiguiendo canastas fáciles y yéndose definitivamente en el luminoso. Por si esto fuera poco, el gran acierto desde la linea de 6´25 acabó de rematar a un Monte Ducay Olivar al que no le salían las cosas.
En la reanudación, las cosas no cambiaron en exceso para ninguno de los dos equipos. Los locales iban a remolque mientras que los jugadores del Cosehisa eran superiores en todos los aspectos del juego.
Una de las claves del partido fue que los zaragozanos se empeñaron en recortar distancias a base de triples, desde donde estaban muy desacertados, además de contar únicamente con dos jugadores grandes, que no podían contener el juego interior visitante.
En el último cuarto, las cosas cambiaron radicalmente y el guión del partido dio un vuelco, sobre todo debido a que el Cosehisa, que tenía una cómoda ventaja de veinte puntos, aflojó en intensidad, bajando un par de marchas en su ritmo de juego, por lo que dio más facilidades al conjunto local, que lo aprovechó para maquillar el marcador dejándolo en el 77-89. En todo caso, en ningún momento hubo sensación de que los locales pudieron defitivamente voltear una victoria que tenía color amarillo desde mucho antes.
